Ella

Ella, que sabe lo que es amar,
que no quería entregarse
por miedo a fallar.

Ella que, a pesar de sus miedos,
esperó que hicieras lo correcto,
que fueras libre, que te dejaras de enredos.

Ella, a quien ya habían dañado,
que se prometió no ser una ingenua,
que sus sentimientos había reservado.

Ella, que olvidó todo el daño pasado,
confío y se entregó,
como si los malos recuerdos hubiese olvidado.

Ella, que estuvo ahí,
a su manera, sí,
pero cada día a tu lado.

Ella, que sabía de tus miedos,
tus limitaciones y tus sueños.
A quien confesaste tus secretos más ocultos,
con quién un día ERAS y otro día dejaste SER.

Ella, que sabía lo que iba a pasar,
porque cuando existía un problema huías,
y dejabas que se sintiese culpable,
cuando el verdadero problema lo tenías tú.

No era ella, eras tú.

Quién escogió la vía fácil,
quién huyó como un cobarde en vez de dar la cara,
quién demostró que entre sus valores no existen palabras como la sinceridad, el respeto o la valentía.
Quién aun teniéndolo todo no supo valorarlo.
Quién, sabiendo como llevarte, se olvidó.

Se olvidó de ello y de lo demostrado,
se olvidó que ella no quería un príncipe,
sino un guerrero que peleara a su lado.

Porque ella si sabía lo que quería.
Si sabía demostrar.
Si sabía valorar las cosas y si sabía perdonar.

Porque ella, aun no queriendo volver a sentirse herida, se entregó.

Porque ella, que sabe lo que es amar,
aceptó todos tus defectos.
Pero tú, en ningún momento,
la has sabido valorar.


(Imagen: http://www.mujer.guru/2016/10/17/se-entrega-completo-jamas-regresa-entero/chica-con-su-corazon-en-los-brazos/)

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