Punto final

Todas las historias tienen un principio y un final. 

(Y esta no iba a ser menos). 

Cada libro, cada película, cada cuento de hadas, cada historia tiene un principio y un final.

Es de valientes enfrentar los miedos y las inseguridades, seguir adelante a pesar de las dificultades, sonreír y dar lo mejor de uno mismo. Pero, sobre todo, es de valientes dejar ir, y aún más si has amado o amas a esa persona.

Por eso hoy pongo un punto final.

Y lo pongo yo. 

Aquí y ahora.

Porque a la cara no me has dejado hacerlo. 

Porque preferiste huir.

Porque dejaste que pensara que no soy inteligente, que no soy bonita. Que yo no era capaz de hacer cosas por mí misma, que siempre te necesitaría.

Dejaste que me culpase por todo, hasta por mi ingenuidad cada vez que aceptaba uno de tus defectos y esperaba que tú hicieses lo mismo.

A cada uno de tus enfados, a cada una de tus exigencias, a cada uno de tus reproches y desprecios me ponía yo como sujeto y como culpable. 

Dejaste que pensase que la mala era yo, que fui yo quien no lo dio todo para que esto funcionase.

Pero, sobre todo, dejaste que pensara que yo no valía la pena y que no era, ni sería nunca, merecedora de ningún amor.

Pero, ¿sabes algo? Después de todo lo anterior y aunque las formas no fueron las adecuadas, te lo agradezco. Te agradezco que hicieses todo eso por mí. TODO. No cambiaría nada. Porque gracias a eso hoy soy quien soy.

Esa chica imperfecta, soñadora y sincera.
Divertida y apasionada.
A veces cabezota.
A veces despistada.

Pero, sobre todo, esa chica valiente desde el principio hasta el final.
Esa chica que sí sabe amar y que nunca la importó perdonar.
Esa chica que, llena de defectos, un día te hizo suspirar.

Pero que tú nunca quisiste respetar (ni siquiera para decir adiós).

Por eso yo, hoy y aquí, pongo punto y final.

(Imagen: https://www.poetainexperto.com/frases/una-historia-tiene-punto-final/)