En huelga de frío y lluvias.

Por lo que parece no tiene intención de llover y eso que no ha llovido nada durante el verano. 

De hacer frío... tampoco tiene ganas.

Parece que el tiempo se ha puesto en huelga de frío y lluvias.

(Viñeta de "El roto"- El Pais.).

No sé vosotros pero a mí esto está llegando a desesperarme.

Y es que el agua es el bien más preciado que tenemos, siendo necesaria para vivir y siendo la base de la mayoría de seres vivos (el ser humano posee un 65% de agua en su cuerpo en la edad adulta).

Pero por mucho que pase el tiempo, por mucho que existan claras evidencias de que estamos sufriendo un calentamiento global y se esté produciendo un cambio climático, no somos conscientes.

Nuestras acciones tienen consecuencias y en el medio ambiente aún más. No valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos y como no nos demos cuenta pronto de lo que está ocurriendo a nivel climático, y pongamos soluciones para parar esta lenta y progresiva destrucción de lo que hoy llamamos Tierra, la vida en ella va a ser imposible.

Algunas de las consecuencias de su escasez ya se han producido. Lugares con sequía o embalses a medio llenar. 

En breve comenzará la cosecha de castañas y aceitunas, y ¿qué va a ocurrir? Pues que al no llover estos frutos no han crecido lo suficiente y las pérdidas para las personas que se dedican a ello van a ser considerables. Se resentirá su economía y la economía en general.

Esto es el resultado de nuestra existencia en el mundo. El ser humano siempre ha tenido una percepción errónea de su papel en la naturaleza. Siempre ha pensado que podía hacer con ella lo que quisiera, alterando su equilibrio y perjudicando seriamente su perpetuidad.

Nos hemos resistido a entender que la naturaleza es equilibrio y que debemos asegurarlo.

¿La solución? Esto no se remedia rezando ni haciendo ofrendas a los dioses, esto no se remedia sacándolos en procesión. Esto se resuelve con un compromiso firme y palpable por parte de toda la humanidad de proteger y perpetuar nuestro mundo.

Aún estamos a tiempo de enmendar nuestro error para que nuestras generaciones futuras no sufran las consecuencias de nuestra insensatez y de nuestra poca preocupación y conservación del medio ambiente.

Aún podemos hacer algo. 

Aún podemos darnos cuenta que nuestro lugar en el mundo se basa en protegerlo y cuidarlo.