Cuando el motivar a alguien a cometer un delito, tiene sus consecuencias (Caso Juana Rivas).

"Cada vez que aparece un caso mediático, surgen de sus cavernas reconocidos juristas de prestigio formados en las escuelas de tertulias televisivas".


Hoy ha salido a la luz la sentencia del caso de Juana Rivas y me siento indignada.
Indignada porque, no estando conformes con asesorar mal a esta mujer e incitarla a cometer un delito, ahora surgen opiniones tendentes al desprestigio de las personas que se encargan de la justicia en este país.

Para aquellos que se amparan en la libertad de expresión para soltar por su boca toda clase de improperios contra jueces, abogados, fiscales y demás profesionales del Derecho cada vez que se dicta sentencia, deciros que nosotros SÍ hemos estudiado esta carrera, si sabemos en lo que consiste el ordenamiento jurídico español, SÍ conocemos los principios del Derechos y SÍ sabemos que el término "justicia" dista mucho de lo que es el Derecho.

Para ello, sabed que la función de un juez no es aplicar justicia, sino aplicar las diversas leyes de las que se compone nuestro ordenamiento jurídico. Esas leyes creadas por los políticos a los que todos vosotros habéis votado. 

Sentiros culpables, si queréis, de formar parte de un ordenamiento jurídico injusto del que sois responsables, porque no es sino el reflejo de la voluntad popular en el momento de ir a votar, 
pero no culpabilicéis a quienes se dedican a aplicar la ley. 

SÍ, aunque os parezca inconcebible, esta sentencia se veía venir. Se sabía de antemano que el fallo iba a ser el que es. Aunque, lo mismo, para saberlo sea necesario haber estudiado los 4 años de los que, actualmente, consta la carrera de Derecho, en vez de estar tirado en el sofá viendo tertulias en la televisión y creyéndonos juristas de reconocido prestigio.

Ahora que Juana Rivas ha sido condenada, ¿dónde están y dónde van a estar todas esas personas que gritaban a los cuatro vientos que Juana Rivas estaba en su casa, apoyando ese circo mediático y sin medir las consecuencias que de ello pudieran surgir? Pues ahí siguen, en sus casitas sin más preocupación que emitir juicios de valor sin fundamentos y a la espera de otro caso mediático en el que montar otro circo, para que cuando se dicte la sentencia sigan con sus vidas como si nada después de haberle destrozado la vida a una persona.

Sí, sois culpables de haber animado a que esta señora cometiera un delito, pero el problema es que ahora solo ella es responsable de lo que hizo. Y eso sí que es injusto.




Aquí debajo tenéis la sentencia, por si queréis adentraros en el apasionante mundo del derecho. Os aconsejo coger también el Código Penal y algún manual de Teoría del Derecho Penal para saber de que va la historia.


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