El amor no está hecho para los cobardes.

"Me da pena. Mucha pena por ti. 

Por vivir en un baile de máscaras, donde te la cambias a placer.
Donde unas veces eres a y otras veces eres b".

Me equivoqué.

Me equivoqué al pensar que eras el indicado, que me cuidarías, que nunca me harías daño.

Me equivoqué cuando te entregué mi corazón, cuando confíe en ti, cuando te di todo de mí.

Pero no me arrepiento. Todo esto me ha servido para aprender. Todo tiene un lado positivo y gracias a esto tengo más claro que es lo que quiero, que es lo que espero y que es lo que nunca más voy a permitir.

Y es que al principio nos esforzamos por dar una imagen mejorada nuestra a la otra persona.

Pero una cosa es una imagen mejorada y otra ser una persona totalmente diferente.

En algún momento salió la verdad a la luz, no eras cómo yo pensaba.

Tus valores y creencias son tan volubles como tu personalidad. 

Quizás no sepas lo que quieres o quizás, simplemente, tengas esa necesidad de quedar bien con todo el mundo y seas incapaz de SER.

Incapaz de aceptarte tal y como eres.

Incapaz de ser sincero con los demás, pero sobre todo contigo mismo.

Incapaz de tener el valor suficiente para luchar por lo que realmente quieres.

Incapaz de dar la cara, de ser valiente y poner en su sitio a quien te pisotee.

Incapaz de hablar las cosas como una persona madura.

Incapaz de comunicarte y de transmitir lo que sientes.

Incapaz de valorar a las personas y las cosas que hacen por ti.

Pero sobre todo, incapaz de tener el coraje suficiente para amar y para ser amado.

Y es que el amor no está hecho para los cobardes.

(Y así te va...)

(http://www.integramasmas.com/que-tan-cierto-es-que-se-aprende-de-la-experiencia/)