Quizás el ser es mejor que el pensar.

Fíjate.
Si fuera una mala persona no revelaría mi secreto.
Si fuera una mala persona no compartiría esto con toda aquella persona que me lee.
Quizás todo aquello que me robaste he sido capaz de conseguirlo.
Sola no, por supuesto.
Quizás solo era necesario Volver a ser.

Las circunstancias y momentos te hacen reflexionar.
Quizás no los propios. Quizás no te incumben. Pero te ayudan a aprender.
Quizás la vida es todo aprendizaje y eso es lo que la hace bella.

Y quizás, solamente, la vida consiste en ser.
Consiste en tener claro lo que quieres. Lo que aguantas y lo que no. Tus límites y tus metas.
Quizás todo solo signifique crecer.

Quizás nada es lo que parece. Quizás el dolor te hace fuerte. Quizás cada obstáculo de tu vida tiene una razón de ser.

Y es que todo tiene que ver con el ser. Con el ser en sí mismo. Quizás siendo tal y como eres no te has equivocado. O quizás la respuesta a todo esto no esté en tu mano.

Quizás te des cuenta que has hecho las cosas bien cuando gente buena y grande decide compartir su tiempo contigo. Quizás ellos tienen razón y vales la pena. Quizás solo debes dejarte querer.

Quizás, en algún momento te encuentres tan satisfecho/a que no necesites más.
Solo la presencia de esas personas que te hacen crecer, que te hacen amar, que te hace disfrutar.
Que te hacen exprimir cada segundo, que te hacen soñar.

Quizás solo se trate de una sonrisa, de un gracias o una palmadita en la espalda.
Quizás solo necesites convencerte que siendo como eres vales más. Mucho más de lo que tú te has parado a pensar.

Quizás solo se trate de apartar todo lo malo de tu camino. Quizás solo se trate de aceptar, que tu vida tal y como es (imperfecta a más no poder) no la cambiarías por nada más.

Y es que quizás la vida se trate de aceptar y de nunca esperar.

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